Para poder circular con tu coche, de acuerdo a la legalidad vigente española debes de tener un seguro. Si bien es cierto, en el mercado hay numerosos tipos de seguros y te ofrecen muchas opciones para dar respuesta a todas tus necesidades adaptándose a la cuantía económica que puedas o quieras gastarte.
En este artículo, vamos a detallarte los tipos que puedes encontrar, y en función de estos puedas elegir el mejor para ti. ¡Vamos allá!
A terceros: en este caso hablamos del seguro más básico del mercado. Se trata de un seguro que recoge lo mínimo que exige la ley para poder circular legalmente en nuestro país. En este caso, la cobertura cubrirá los daños materiales y si los hubiera personales que hayas podido originar a terceros con el coche que tenga este seguro, siendo este mismo coche el culpable del accidente. Sin embargo, EL conductor del coche así como los posibles daños materiales que se originen a su propio coche no van a ser cubiertos por esta póliza. Cualquier importe deberá abonar el propietario del coche o conductor.
Seguro a terceros ampliado: en este seguro añadimos alguna cobertura más de las que entra en el seguro a terceros. En muchos casos suele ser el daño parcial o total de lunas, el robo del vehículo o daños por incendio. Estas diferentes coberturas, se pueden elegir independientemente o en paquetes dependiendo de la aseguradora. Otras de las coberturas más adquiridas son la defensa de multas, disposición de un vehículo de sustitución en caso de tener el propio en el taller, etc…
A todo riesgo: Es sin duda la opción más completa, en este caso, no solo cubre los daños del o de los coches implicados, sino que además cubre los daños del coche asegurado, así como los de su conductor, sin importar quien sea el causante del siniestro. Es más, este seguro cubre los daños que puedan originar tanto a tu coche como a ti, si das un arañazo a tu coche o golpeas una columna de un garaje.
A todo riesgo con franquicia: Es muy similar al seguro anterior, en este caso, la compañía con la que tengas tu seguro de coche, se hace cargo de los gastos generados por un posible siniestro, pero una vez la cuantía ascienda de una cantidad determinada y pactada, a la cual se le denomina franquicia. Si el arreglo de t u coche no supera esa franquicia, tú como asegurado serás quien tengas que hacer frente al importe del taller. Por lo tanto, la cantidad que pongas como franquicia, será la que debas pagar en caso de dar una parte.
Con lo cual, la modalidad de seguro para autos que necesites para tu coche, viene determinada por el uso que des a tu coche, si es nuevo y solo por eso merece la pena tenerle asegurado, o bien si es un coche de alta gama, y un leve arañazo supone una factura abultada en el taller. Teniendo claro que a mayor cobertura, más precio tendrá el seguro que vayas a contratar.