Para la mayoría de personas que fuman, abandonar su adicción al tabaco supone un reto increíble. Suelen cargar a sus espaldas muchos intentos -seguidos de muchas recaídas-, y por ello arrastran cierta desconfianza sobre su capacidad para dejarlo y los métodos o tratamientos que existen.
Pero la recaída es parte del proceso. De hecho, se estima que los fumadores hacen una media de 30 intentos antes de dejar de fumar definitivamente. Y eso, lejos de desalentarnos, debería hacernos ver con naturalidad las recaídas, en lugar de mermar nuestra confianza o avergonzarnos.
La psicóloga experta en deshabituación tabáquica, Irene S. Ventura, propone una nueva perspectiva a sus pacientes: “Cuando entendemos que cada intento previo, junto a su recaída, se puede transformar en un valioso aprendizaje, la frustración por el fracaso se convierte en algo mucho más útil: la motivación por hacerlo mejor la próxima vez”.
En este sentido, cada persona irá trazando su camino; y cada intento, con su respectiva recaída, le irá guiando hacia la consecución de su objetivo.
Del mismo modo, cada persona debe ir encontrando y completando su propio “baúl” de habilidades y recursos, además de ir encontrando los métodos y sistemas que más conectan con sus necesidades. “No todo el mundo puede ni quiere asistir a un grupo de apoyo presencial. Hay muchas personas, especialmente en la franja de edad de los 25 a los 50 años, que prefieren un acompañamiento online. Se mueven bien en entornos digitales y las soluciones se adaptan mucho más a su ritmo de vida y sus necesidades reales”.
Por eso, la psicóloga ha desarrollado un programa online para dejar de fumar donde reúne más de 40 recursos entre vídeos, meditaciones, ejercicios escritos y retos. “Durante 8 semanas vamos recorriendo el camino, desde la preparación hasta el abandono y mantenimiento; y cada semana presento los recursos que considero más útiles según mis conocimientos como psicóloga y mi propia experiencia como ex fumadora”.